Lo que hoy conocemos como la Noche de Brujas o Halloween se celebraba hace más de 3.000 años. Precisamente el 31 de octubre, los Celtas celebraban el fin de
año con el Samhain, una fiesta pagana. Con la inmigración europea a los
Estados Unidos, principalmente la de los irlandeses católicos en 1846,
llegó la tradición de Halloween al continente americano.
Cuando se habla de Halloween o Día de las Brujas se
piensa en disfraces, maquillaje, fiesta, dulces y niños; pero la
tradición indica que su celebración no siempre fue festiva y alegre, y
que los ritos que se practicaban durante la noche tenían un carácter
purificador y religioso.
Decoramos, comimos, nos disfrazamos, nos divertimos y ... asustamos.